El exfuncionario del Gobierno Nacional habló en Econoticias sobre la grave problemática de inseguridad en Ibagué, entregando conceptos basados en su experiencia en una de las carteras más importantes del país.
Con el objetivo de hacer un análisis de la situación de inseguridad por la que está atravesando la ciudad de Ibagué, en Econoticias de Ecos del Combeima se entrevistó al exministro de Defensa y ex embajador de Colombia en los Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, quien se refirió a la difícil problemática que por estos días azota a la capital tolimense.
“La seguridad es un tema fundamental para la gente, si las personas no pueden salir a la calle, evidentemente es una situación que nos debe preocupar” indicó Pinzón.
Aunque las cifras en época de pandemia presentaron una disminución en todo el país, la percepción de seguridad se ha deteriorado con el pasar de los meses, motivado por los confinamientos, el desempleo, la falta de oportunidades, pero sobre todo por el incremento del micro tráfico en cada población de Colombia.
Según el exministro, no es posible que hoy en día las personas no solo sientan temor de perder sus pertenencias al salir a la calle, sino que también sienten miedo de resultar heridos o asesinados, por cuenta de los delincuentes que salen armados con cuchillos, machetes, armas de fuego y cuanto elemento les sirve para infundir temor.
De acuerdo con Juan Carlos Pinzón, la más grave problemática que hoy afecta a la ciudadanía colombiana y por supuesto a los habitantes del departamento del Tolima, es todo lo que se relaciona con la venta y consumo de sustancias alucinógenas; pues los micro traficantes marcan zonas para la comercialización y crean fronteras invisibles que al ser invadidas por otros grupos, derivan en casos de sicariato y lesiones personales. Por su parte, la otra problemática es el consumo, toda vez que el adicto a estas sustancias hace lo que sea por obtener recursos que le sirvan para poder adquirir las dosis. Así las cosas, alguien con ansiedad no mide las consecuencias de sus actos y por ende roba, lesiona o asesina por apoderarse de algo de valor.
Ahora bien, ante la necesidad de obtener recursos luego de la afectación económica por cuenta de la pandemia del coronavirus, dijo el exministro de Defensa “Mas de uno puede ser invitado, atraído o reclutado por las estructuras delincuenciales incrementando así las problemáticas ya existentes de inseguridad”.
Por su parte, Pinzón señaló que se necesita con urgencia que la justicia funcione como debe ser, toda vez que la impunidad es una sombra latente y generalizada entre la ciudadanía que ve con desconfianza e incredibilidad el trabajo que adelantan las autoridades.
“El delito que más se soluciona en el país es el homicidio, pero increíblemente tiene una taza de impunidad del 65%, es decir que de cada 10 homicidios 7 no se resuelven (…) Las personas no quiere denunciar porque tiene la sensación que si el bandido se captura, finalmente termina en la calle buscando a quien lo delató” afirmó.
De este modo, advirtió que estos son los frentes en los que se tiene que actuar por parte del Gobierno Nacional y las autoridades de cada municipio, para recuperar la confianza de la gente y así crear un compromiso colectivo en el que no solo aporten las instituciones del Estado, sino que se cuente con el respaldo de la ciudadanía.
Vale la pena señalar que el déficit de personal que presenta hoy la Policía y el Ejército también contribuye a limitar el actuar contra la delincuencia, toda vez que hay muy pocos uniformados por millón de habitantes.
“A mi salida del Ministerio de Defensa en el 2015, había 470 mil uniformados entre militares y policías, pero hoy en día hay menos 400 mil uniformados tratando de garantizar la seguridad de los colombianos” expresó con preocupación el ex funcionario del gobierno Santos.
Por todo lo anterior, el análisis realizado por Juan Carlos Pinzón, confirma la teoría de que una ciudad capital como Ibagué necesita un mayor pie de fuerza y mucha más tecnología para enfrentar las nuevas dinámicas delincuenciales.
Finalmente, al consultársele por la zona rural y la presencia de los grupos guerrilleros, el ex ministro y ex embajador contesto: “es un tema que me hace doler el corazón y alma (…) yo advertí que la reactivación de los grupos al margen de la ley se iba a presentar a futuro y hoy vemos que es una realidad”.
Según explicó Pinzón, a hoy el presupuesto para combatir este tipo de flagelos esta deteriorado, no hay para combustible, para los hombres y para poder reaccionar; por eso hay que trabajar e invertir en el progreso para evitar que las poblaciones terminen sometidas antes los bandidos.